martes, 3 de septiembre de 2019

De ella...

De ella nadie se había enamorado nunca.
Y él no era la excepción que deseaba que fuese.
Si, la quería, de alguna forma ella sabía que eso era cierto, pero no la amaba. Porque de ella nadie se enamoraba.
Ella sólo se había enamorado antes una vez. Fue uno de esos amores platónicos. De esos, que aunque no es que fuese imposible, tampoco estaba hecho para ella. Porque de ella nadie se enamoraba.
Ella no era especialmente guapa, no era el tipo de chica que deja sin respiración, de esas con cuerpos despanpanantes, por las que te detienes y miras hacia atrás como queriendo retenerlas. Ella no era ese amor a primera vista. Porque de ella nadie se enamoraba.
Ella se enamoró de él, aún sabiendo lo tarde que llegaba. Quería ser para él esa persona, la persona. La que te da pánico perder; y no porque no puedas vivir sin ella, si no, porque no quieres hacerlo. Pero ella sabía que no tenía ese lugar. Porque de ella nadie se enamoraba.
¡Maldita sea, cuánto lo amaba! Sólo quería ser quien borrara recuerdos, quien eliminara fantasmas. Sólo quería que la amara.
Pero de ella nadie se enamoraba.